El origen de nuestros perfiles, la riqueza de microrganismos hace de cada microlote único. El perfil del café es influenciado por la genética del arbusto en interacción con las condiciones únicas de cada finca, como el tipo de suelo, la disponibilidad de nutrientes, la humedad relativa y los rangos de temperaturas durante el día.
Esto hace que los azucares de las plantas reacciones de diferente manera, creando perfiles únicos desde el suelo.
En los procesos pos-cosecha podemos influenciar y crear perfiles, pero tampoco es brujería. Un arbusto desnutrido nunca reaccionará igual a un arbusto sano. Además cuenta cada finca con su propia población de microorganismos como bacterias y levaduras silvestres que forman parte de una red de variables que todavía no se logró entender al 100%. Obviamente es un juego en conjunto y sabemos que no hay cafés malos – pero sí hay cafés mal trabajados con procesamientos no adecuados. Si quieres mejorar tu perfil en taza – ¡cotiza una asesoría en tu finca!